Qué común es encontrarnos con personas que nos comparten año con año planes, proyectos y metas. Personas creativas, bien intencionadas, analíticas, calculadoras, inteligentes, pero… nunca hacen nada.
Personas con grandes capacidades y talentos, que con escucharlas hablar nos transmiten conocimiento y seguridad de lo que se tiene que hacer y en algunas ocasiones hasta lo que algunos debieran mejorar en sus vidas.
No importa de qué tema estemos comentando: puede ser de negocios, deportes, educación, tecnología…ellos son conocedores y saben de todo.
Lo cierto es que encontramos muchas más personas que comentan planes, ideas o lo que se tiene que hacer, que aquéllas que están “haciendo” cosas. Dar de alta la razón social de una empresa nueva, dejar un empleo para emprender un proyecto, escribir un libro, bajar de peso, correr una maratón, participar en un triatlón, dar clases, realizar un viaje… es lo de menos. Es muy común encontrar gente que se la pasa opinando y comentando los múltiples planes y proyectos, pero que nunca los intenta.
Año con año confirmamos que tienen buenas ideas, nos repiten constantemente el mismo proyecto y lo único cierto es, que aunque tengan la oportunidad de llevarlo a cabo, siguen sin desarrollarlo y sin realizarlo.
Parece increíble el comentario, pero lo más importante es dar el primer paso, atreverse, darse permiso de intentarlo.
Muchos planes se quedan en el intento por temor, otros muchos por falta de iniciativas, otros proyectos se quedan en el intento porque es más fácil ver lo que va a salir mal y nos desanimamos. Existe una frase que me encanta: “Prefiero equivocarme por haberlo hecho, que arrepentirme por no haberlo intentado”. Si las cosas no salen como lo planeamos, ganamos porque aprendimos, pero si las cosas salen como lo pensamos, vamos a ganar por partida doble.
No importa el ámbito, o la materia de la que estemos hablando, si lo podemos planear, lo podemos realizar. Dicen también que: “El Oro no está en las ideas, esta en llevarlas a cabo”.
En algún momento tuve la oportunidad de participar como profesor de asignatura en una universidad. Es muy claro descubrir el crecimiento personal de los alumnos cuando toman decisiones, se atreven y se dan permiso de intentar cosas.
¿Tú de que lado quieres estar? de los que realizan proyectos y comentan la experiencia, o del lado de los que tienen muchos planes y proyectos y los repiten año con año.
También es muy importante asesorarnos y escuchar consejos, pero debemos ser muy selectivos para que no nos veamos influenciados de manera negativa por personas que no han dado el primer paso. Busquemos consejos de personas que nosotros califiquemos como exitosas, personas que admiremos, y sobre todo, que estén dispuestos a compartirnos su experiencia.
En una cita, me comentaba un cliente que se dedica a dar pláticas y conferencias, que cuando escucha personas dando consejos, lo primero que se cuestiona es la veracidad de lo que comentan. Decía que le parece increíble que una persona que no es emprendedora pueda dar consejos por lo que ha leído, escuchado o le han contado; que un consejero matrimonial se dedique a ayudar a personas en problemas de divorcio, cuando ni siquiera está casado; que un consejero financiero te empuje a tomar ciertos riesgos, cuando nunca ha arriesgado su dinero.
Todos los puntos de vista son válidos, nada más tomemos los consejos con las reservas adecuadas, ya que no todas las personas son iguales y no todas corremos los mismos riesgos.
Conclusión:
- Cosas buenas resultan de cometer errores.
- El beneficio es mucho mayor cuando nos damos permiso de equivocarnos.
- Cuidado con los consejos de personas que no lo han intentado.
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Alfonso Ríos Torres//Digital Friks.
