Desde el año pasado ya veíamos que el 2015 sería extremadamente complejo en materia económica, y sin duda ya podemos ir asimilando que el 2016 tampoco será mejor (algunos dicen que incluso podría ser peor). Y bueno, no fue ninguna mentira.
Este año se ha caracterizado por la baja dramática del precio del petróleo, el fortalecimiento del dólar y la economía de los Estados Unidos, problemas de economías débiles de la Unión Europea que debe estar “rescatando” constantemente a sus socios griegos… en fin, una serie de eventos que han desatado mucha incertidumbre entre los inversionistas a nivel mundial.
Los expertos en economía recortan cada vez más el crecimiento que tendremos los mexicanos este año y el resto de América Latina no tiene noticias más alentadoras.
Todo esto impacta directamente a nuestra industria. Dicen los que saben, que en épocas de dificultades económicas lo primero que sufre recortes en el presupuesto es precisamente la publicidad, y esto lo estamos viendo. La mayoría de los clientes han tenido que recortar dramáticamente o “congelar” los proyectos de mercadotecnia y publicidad que se habían planeado y acordado para ejecutarse durante el segundo trimestre del año.
Sin embargo, es muy cierto que no sólo se trata de dejar de hacer publicidad, incluso esto podría representar un error dramático de estrategia. Lo ideal (yo recomiendo) es buscar hacer más eficientes los presupuestos y destinarlos en canales que prácticamente garanticen los retornos de inversión.
En artículos anteriores les he hablado sobre las ventajas de plantear estrategias de Marketing Digital, por dos razones principales: en primer lugar, es un medio mucho más económico (en comparación con medios ATL tradicionales), y en segundo, es un medio que nos permite medir, segmentar y llegar con precisión de francotirador al usuario objetivo de nuestro producto o servicio. Esto sin duda alguna, hace que el mucho o poco presupuesto sea realmente eficiente y se destine enteramente a llegar a esa persona que está buscando comprar o consumir tu producto.
Para nadie es un secreto que el internet es el medio más efectivo para hacer llegar mensajes, productos y servicios al cliente final. Es muy sencillo: la radio como medio publicitario tardó algo así como 30 años en lograr un total de mil millones de dólares en ganancias por la venta de espacios patrocinados. La televisión siendo “el medio por excelencia” tardó alrededor de 10 años en lograrlo. Sin embargo, la red lo logró en tan solo 3 años y la perspectiva de crecimiento es descomunal. ¿Qué es lo que falta para que las empresas mexicanas y del resto de Latino América empiecen a confiar en este medio?
Actualmente la penetración de los equipos móviles ha presentado un aumento considerable; ya se encuentra muy arriba del tiempo de navegación si lo comparamos con dispositivos de escritorios (PCs, laptops). Es una realidad que el ciudadanos común, que representa al sector de la población con alta y media capacidad adquisitiva, tiene los ojos puestos alrededor de 3.5 horas de su día en la pantalla de un celular o una tableta. Si consideramos que de las 12 horas (en teoría) que estamos despiertos más de una cuarta parte estamos frente a un dispositivo móvil, ¿en dónde queda el resto del tiempo para ver televisión o escuchar radio?
Los tiempos de los grandes medios de comunicación, omnipotentes y omnipresentes, están en el pasado. Es momento de abrir los ojos y empezar a migrar al presente de cara a lo que viene en el futuro.
En esta época de economías en “desaceleración”, como le llaman los expertos, mi mejor consejo es hacer que cada centavo de tu presupuesto sea efectivo y bien invertido. Invertido no gastado, que no es lo mismo. Te invito a que le demos la vuelta a pensar en tu estrategia de marketing como un gasto de tu empresa y empieces a pensar en una inversión con la que vamos a poder generar estrategias dirigidas a esas personas que necesitan lo que tú produces. Hay que ver estas épocas de “crisis” como una oportunidad para buscar nuevos canales, nuevas estrategias y nuevas maneras de reinventar las formas en las que hacemos negocios. La peor decisión de negocio que puedes tomar es no tomar ninguna decisión y esperar que todo mejore de la noche a la mañana.
Claro que es difícil, pero hay que empezar a ser flexibles y evitar la resistencia al cambio, o puesto en otras palabras… “Evoluciona o muere”.
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Juan Campo
Digital Friks / @xnacs
