La contratación de cada miembro de un equipo es importante. El éxito y los resultados positivos son consecuencia de cada una de las personas que trabaja para alcanzarlo y, aunque un grupo efectivo puede salir adelnte a pesar de uno o dos miembros que no colaboren de manera adecuada, es mejor que todos estén en sintonía.
Cuando una contratación se hace con poco cuidado, se pone en riesgo la operación como tal y al ambiente interno de la organización. Cada nueva adición al equipo es una decisión de negocios, y como tal representa una inversión de recursos. Además se relaciona con lo más importante dentro de una empresa: la gente y el tiempo. Si esto se descuida y no se atiende a tiempo, quizás el negocio no sobreviva.
El problema es en particular notorio en las empresas pequeñas y medianas, en las que por falta de experiencia o recursos, se deja las contrataciones a quien no garantizará si los candidatos son confiables o si cuentan con la actitud y la experiencia indispensables para su rol. Incluso suelen contratar a amigos, familiares o conocidos, por ahorrar tiempo, pero las consecuencias pueden ser muy graves.
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